¡Guatemala Feliz!  Esa es la primera frase de nuestro himno nacional. Pero, esta frase es ¿una declaración? ¿un deseo? ¿una realidad?  La felicidad es un concepto abstracto e individual que es complicado llegar a una definición que pueda dejar satisfechos a todos.

¿Qué es la felicidad?

Aún la definición de diccionario no resuelve ese problema.  Se nos dice que felicidad es el “estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno”. ¿Observa el problema?  “Gozar de lo que DESEA”. ¡Todos deseamos cosas distintas! “Algo BUENO” ¡Cada quién sabrá lo que es bueno para si mismo!

Esta subjetividad del concepto de felicidad es lo que hace por momentos tan complejo la convivencia entre todos. En una sociedad donde muchos, por no decir todos, procuramos alcanzar tan ansiada “felicidad” pero bajo concepto tan particulares y diferentes se convierte en un enredo de pensamientos, motivaciones, acciones y resultados que derivan en una forma complicada de relacionarnos.

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Si bien la felicidad está asociada a momento placenteros, de diversión, a expresiones corporales como la sonrisa y el relajamiento, de todos es sabido que va más allá de esos momentos o expresiones.  La felicidad se convierte en un estado de vida en el que cada persona busca verse inmerso pero que, en la búsqueda de ella, encuentra la dificultad de alcanzarla.

¿Una decisión?

Hemos escuchado de sobra la expresión “Ser feliz es una decisión” Pero ¿es verdadera? Busquemos comprobarlo. Una decisión tiene la implicación que existen alternativas para poder hacer de ella precisamente una opción de elegir. Cuando no existen por lo menos dos opciones, se anula el concepto de “decisión”. La existencia de opciones es indispensable para que el concepto de decisión se haga presente. Si un restaurante indica que puede decidir por comer un pastel de chocolate, es porque tiene existencia de ese pastel. Si ofrecen decidir, pero no tienen para despachar, la opción de decidir queda anulada.

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De tal manera, con lo anterior podemos concluir algo: la decisión de ser feliz radica en las opciones que usted tenga para ser feliz.  ¿Qué le hace feliz a usted?  ¿Qué decisiones está tomando para ser feliz?  La distancia entre las expectativas establecidas y la realidad vivida es la cantidad de frustración y dolor que podemos experimentar y, como consecuencia, la separación que tenemos de lo que cada quien ha definido como felicidad.

De todos para todos

¡Guatemala Feliz!  Una linda frase para iniciar un canto que nos identifica a todos como miembros de esta nación.  Una frase que al cantarla en coro junto a toda la población nos debería recordar que tenemos en nuestras manos la decisión de ser feliz, que nuestros sueños son válidos, que nuestras aspiraciones cuentan, pero que es necesario recordar que a la par nuestra existen muchas otras voces entonando la misma frase y se hace necesario unirnos para lograr esa felicidad conjunta.

 

 

 

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