Es común que enero o en los primeros meses del año, muchos experimentemos algo parecido a una “resaca” del endeudamiento que por lo general incurrimos en las compras decembrinas con los regalos y los útiles escolares. El hecho de arrastrar deudas puede afectar nuestro bienestar, no solo financiero sino personal y emocional. Puede generarnos estrés, ansiedad, culpa y podemos entrar en un círculo vicioso de deuda del que no es fácil salir muchas veces. Aquí te dejamos varios tips para que salgas de las deudas que te agobian y puedas tener bienestar, unas finanzas personales sanas, calidad de vida y alcanzar tus metas.

  • Lo primero que tienes que hacer es aceptar que tienes un problema de deuda y dejar de endeudarte más. Debes entender que para tener bienestar financiero, lo primero es salir de deudas y para ello debes hacer un esfuerzo psicológico, emocional y de fuerza de voluntad. Por más que desees darte un gusto y seguir usando tu tarjeta de crédito, debes entender que debes privarte por un tiempo de ciertos gastos superfluos o innecesarios.
  • Haz un plan. Debes calcular exactamente cuánto debes y cuánto te ingresa, para ello es necesario que te sientes en tu computador, o con lápiz y papel, transcribas todos tus gastos fijos del mes, gastos que son inescapables (alquiler, transporte, cuota del teléfono, seguro, matrículas, supermercado, etc.) y también los que son parte de ocio y entretenimiento. Una vez te sinceres contigo mismo sobre tus gastos, debes ver si tus ingresos son suficientes para cubrirlos y en qué rubros debes recortar o ajustar. Lo mejor es que de estas herramientas puedas establecer un presupuesto mensual del que no te salgas.
  • Limita el uso de las tarjetas de crédito. Sobre esto hablamos en el punto 1, pero específicamente lo que debes hacer es dejar de pagar tus gastos corrientes o fijos con crédito, sino tratar de pagarlos con tus ingresos corrientes. Guarda tus tarjetas de crédito y úsalas sólo cuando sea estrictamente necesario, para gastos extraordinarios como en una emergencia, reparación o para reponer algún artefacto que se te dañó. Además, siempre intenta pagar la cuota por encima del monto mínimo que te piden para que te bajen los intereses. Y si de algún banco te llaman para ofrecerte crédito o te mandan más tarjetas, respetuosamente declina la oferta y diles que no.
  • Comienza a ahorrar. Una vez que logres salir de deudas, es momento de que comiences a fijarte metas financieras más ambiciosas y comiences a ahorrar. No importa si tus ingresos no son tan altos como quisieras, siempre se puede ahorrar, aunque sea poco. Es un hábito que debes desarrollar porque el ahorro es lo único que te dará bienestar financiero y personal.

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