Durante el V Encuentro Ciudadano, organizado por Fundación Libertad y Desarrollo. llevado a cabo el pasado 4 de marzo en ciudad de Guatemala, se llevó a cabo el panel titulado «Centroamérica; dramas y oportunidades, desafíos y soluciones”, moderado por Moisés Naím, escritor; donde los panelistas fueron Luis Alberto Lacalle, presidente de Uruguay (1990 – 1995), Jamil Mahuad, presidente de Ecuador (1998 – 2000), Miguel Ángel Rodríguez, presidente de Costa Rica (1998 – 2002), Mauricio Macri, presidente de Argentina (2015 – 2019) y Luis Alberto Moreno, presidente del BID.
Integración Económica Centroamericana fuente de desarrollo regional
Por su lado, Mauricio Macri, presidente de Argentina (2015 – 2019) manifestó como proyectos de la naturaleza de la Integración Económica Centroamericana se convierten en herramientas muy valiosas para lograr el desarrollo de la región. Macri, en una de sus intervenciones mostró con importante es trabajar de la mano con el desarrollo tecnológico y estar al tanto del mismo para hacer de este una herramienta que contribuya y no que perjudique el caminar hacia la construcción de este sueño. La masificación del acceso a la tecnología, de las oportunidades que brindan a quienes la logran aprovechar y los modelos económicos que se han generado a través de ella, son algunos de los elementos que más es necesario considerar dentro de este modelo de Integración Económica.
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Todo este cambio de vida que propicia la tecnología a generado también una tensión muy compleja sobre los sistemas democráticos en los diferentes países alrededor del mundo. Estamos ante un avance de la información sin precedentes. Macri indicaba que hoy una persona en 30 días recibe más información que lo que una persona podía recibir en toda su vida hace 30 años. Esto ha generado un tipo de ciudadano el cual el ex presidente argentino denominó «millonarios en información» los cuales en definitiva se convierte en personas con altas expectativas ante las situaciones y los proyectos que se proponen.
Materialización y desafíos
No es fácil considerar la materialización de un proyecto como el de la Integración Económica Centroamericana por todas las variables que representa y las expectativas que pueden girar en torno a él. Se necesita de mucha voluntad política por hacer de este proyecto un elemento de unidad basado en la transparencia, el interés común y el aprovechamiento de las capacidades y oportunidades que cada uno de los involucrados puedan llegar a tener.
Se necesita reconocer que como nunca antes toda la sociedad se convierte en un ente fiscalizador de los gobiernos y que, el acceso mediático y rápido que tiene a la información, le hace poseedor de un criterio y análisis con el que anteriormente no se disponía con tanta regularidad. Sin embargo, ante esta realidad Macri hacía un recordatorio de la importancia que, en medio de un mundo que ofrece soluciones inmediatas y ha creado una expectativa de prontitud, el desarrollo de la democracia de manera adecuada requiere tiempo.
Pensar en un proyecto como el de la Integración Económica Centroamericana, demandará el ejercicio adecuado de la democracia, es decir, construir plataformas de diálogo que permitan la exposición de ideologías, propuestas varias y soluciones diversas ante las problemáticas existentes en un ambiente donde la escucha constructiva y la propuesta de desarrollo sean el denominador común.
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