Mucha gente piensa erradamente que las artes marciales promueven la violencia y la agresión física hacia los demás. Sin embargo, las artes marciales son un conjunto de prácticas ancestrales que vienen de Asia (se originaron en China y luego evolucionaron en varios estilos en Japón, Corea y Sudeste Asiático, hasta llegar a Occidente), que están basadas en la auto-defensa, la salud, la protección personal, el desarrollo personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza. En otras palabras, más que un deporte o pasatiempo, las artes marciales son un camino de perfección mediante el uso de varias técnicas concretas de defensa.

Los beneficios de practicar artes marciales son innumerables:

Son una forma excelente de adquirir y mantener una buena condición física. Los estudiantes de artes marciales pueden aumentar la masa muscular y ayudarlos a estar más tonificados en general; además de acelerar el metabolismo y ayudar a la pérdida de peso.

Ayudan a prevenir enfermedades y padecimientos cardiovasculares. Especialmente durante el entrenamiento, los ejercicios realmente pueden ayudar a aumentar la frecuencia cardíaca, ayudándolo a desarrollar la resistencia cardiovascular y aumentando el impacto positivo de su ejercicio aeróbico.

Ayudan a reaccionar y actuar en entornos hostiles. Una persona con conocimientos en artes marciales, aprende a manejar adecuadamente situaciones en entornos hostiles o de peligro. Bien sea para la defensa propia y de los seres queridos, mantener la calma y salir con vida de una situación de amenaza extrema.

Ayudan a la salud mental y al autoestima. Las artes marciales en realidad ayudan a las personas a llevar una vida más tranquila y autosuficiente. Esto sucede por varias razones, una de las cuales es la atención plena.

No importa el estilo que decidas aprender o desarrollar: desde el karate tradicional hasta las artes marciales mixtas, los beneficios para tu vida serán incalculables.

 

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