Ya han pasado varias semanas desde el 14 de enero de 2020 en que asumió el puesto de presidente de la República el Dr. Alejandro Giammattei. Con un discurso emotivo, fuerte por momentos en su elocución manifestando el compromiso por dejar una Guatemala mejor de lo que la encontró, toda una nación quedó a la expectativa del cumplimiento de esos ofrecimientos.
El 16 de enero, dos días después de haber sido investido con la primera magistratura del país, el médico y ahora presidente de la nación, presentó su plan de gobierno. Este plan de gobierno está enfocado en el crecimiento económico, la prosperidad, desarrollo social y la gobernabilidad. Todo se ve muy bien desde el papel, el reto es llevarlo a la realidad.
En estos primeros días de su gobierno, el presidente Giammattei, ha mostrado de manera notoria su interés por la seguridad. Ha decretado ya algunos estados de prevención en algunos municipios, con el fin de combatir de manera frontal la delincuencia y particularmente el flagelo de las pandillas las cuales las ha considerado al nivel de “terroristas”.
Por otro lado se han dado acciones puntuales que han sido bien vistas, no solo por los guatemaltecos sino por la comunidad internacional. Haber colocado una clínica móvil en Tecún Umán con el fin de atender a las caravanas de migrantes hondureños le ha merecido el conocimiento positivo de muchos.
Lo cierto del caso es que en el balance que está dejando estos primeros días los guatemaltecos siguen a la expectativa de la búsqueda de soluciones de fondo y no solamente de forma. Si por un lado está bien observarlo en el activismo del seguimiento de manera personal a casos puntuales que merecen atención, es necesario que se den soluciones a problemáticas generales que afectan a toda la nación.
La delincuencia no se resolverá solamente con capturar y encerrar a los malhechores, eso es una parte. Se requiere de condiciones sociales que permitan generar oportunidades y que no permitan que delinquir sea una alternativa de vida, sino que existan suficiente oferta para generar ingresos de manera digna. Esa es una solución de fondo que toda Guatemala necesita se haga una realidad.
Vale la pena pues, aplaudir las cosas que se están haciendo bien hasta este momento, pero no perder de vista la desviación que se pueda estar dando desde ya en aspectos que son de vital importancia para el bienestar de todos. Esperemos pues que, cual cirujano atento, el Dr. Giammattei ponga especial atención a los detalles que pueden marcar la diferencia en hacer de este, un gobierno que los guatemaltecos recuerden como un parte aguas en su historia.
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