¿Cómo afectará a Guatemala la guerra en Ucrania?

Muchos pueden pensar que como la invasión rusa a Ucrania ocurre a cientos de miles de kilómetros de nuestra región, sus efectos no nos repercuten, sin embargo, esta creencia es falsa ya que la economía cada vez está más globalizada y también las influencias geopolíticas son exportables a nuestros países.

A continuación te presentamos el impacto económico y político que tendrá la guerra de Ucrania en nuestra región y en nuestro país:

En lo económico:

Las sanciones económicas de las naciones de Occidente a Rusia en relación a la importación del petróleo y gas, necesariamente elevarán los precios de los combustibles fósiles y de otras materias primas que se usan para la producción de bienes de consumo y servicios. Estas sanciones a varios activos rusos y a oligarcas ligados al Kremlin han sido catalogadas por el propio Vladimir Putin como “una declaración de guerra”. Sin embargo, a pesar de que los países latinoamericanos no se han sumado a la política de sanciones, sí se prevé que el aumento de los combustibles genere inflación en esta parte del mundo. El comercio con Rusia representa para América Latina alrededor del 3% de sus relaciones comerciales, parece poco, pero sí es una cifra importante.

Si bien Guatemala ya venía arrastrando un mal desempeño económico desde 2014, el cual se agravó con la pandemia de 2020-2021, el aumento de los combustibles y las materias primas necesariamente tendrá un efecto en nuestra economía, además de la inflación producto de la expansión monetaria de 2020. Por el lado positivo, sí vemos en el país un aumento del consumo producto del crecimiento sostenido de las remesas desde 2020, las cuales ya constituyen un 18% de la economía de nuestro país.

En lo político:

Estas consecuencias son menos evidentes y tal vez menos tangibles, sin embargo, comenzarán a verse en el largo plazo. Putin es un autócrata del siglo XXI que ha intentado romper con el orden liberal mundial inaugurado desde 1989 y esta tendencia iliberal pareciera extenderse a varias partes del mundo, e incluso, al propio hemisferio occidental. Vemos liderazgos cada vez más autoritarios, que buscan concentrar poder, aniquilar a su oposición política y que usan su popularidad y su discurso inflamatorio para ganar elecciones y corroer las instituciones democráticas de sus países. En este peligroso contexto, la comunidad internacional dejará de ser el muro de contención de estas derivas autoritarias y comenzará a ser cada vez más inefectiva frente a los avances totalitarios de reciente cuño.