Recientemente Guatemala estuvo en los titulares de los medios alrededor del mundo debido a la trágica erupción de Volcán de Fuego, que mató a cientos y desplazó a miles más.

Pero antes de ese desastre, Guatemala ya enfrentaba serios problemas que cotidianamente asedian a la población de nuestro país.

Definitivamente 2019 será un año de muchas promesas y muchos propósitos de los candidatos que buscan un cargo público.

Guatemala necesita acciones concretas y planes que ayuden a sacar al país del subdesarrollo y la desigualdad en que se encuentra.

Por supuesto que estos planes deben estar alejados de aquellas promesas electoreras que resultan siendo un insulto a la inteligencia de los guatemaltecos.

 

Los propósitos que deberían tener los políticos en 2019

Estos son algunos de los propósitos que los políticos actuales—y los candidatos a un cargo público—deberían tener y cumplir en 2019.

 

Disminuir la pobreza

Algunas Fuentes catalogan a Guatemala como uno de los países más ricos de Centroamérica. Sin embargo el país sufre de una notable desigualdad.

Lamentablemente la pobreza atrae otros males, como la desnutrición, y la desnutrición implica una limitada capacidad de producir ingresos.

El sitio DatosMacro.com señala que Guatemala tiene una deuda per cápita que ronda los €917. En otras palabras, cuando un niño nace en Guatemala, inicia su vida con una deuda de más de Q8,000.

Entonces la pobreza resulta en un círculo vicioso del que es difícil escapar, a menos que el gobierno implemente políticas de desarrollo descentralizadas, fortaleciendo polos económicos distribuidos en todo el país.

 

Disminuir la desnutrición

Un analista del Instituto Nacional de Centroamérica y Panamá (INCAP) hace una preocupante observación:

Guatemala es como una fábrica en la que el 50% de los productos fabricados son defectuosos

 

Esta es una triste analogía que refleja que alrededor del 50% de los niños en Guatemala sufre de desnutrición. Y según este artículo de la iniciativa empresarial Mejoremos Guate, la cifra llega a los 65.9% en niños indígenas en áreas rurales.

Como mencionados anteriormente, la desnutrición es parte de un ciclo de subdesarrollo en el que cada componente genera o atrae otros males para el país.

Disminuir la desnutrición debería de ser uno de los propósitos más urgentes de los actuales y futuros políticos del país.

 

Reducir la violencia y la criminalidad

La violencia e inseguridad es uno de los problemas que más fuertemente afectan a los guatemaltecos.

La violencia en sí misma ya es un mal que debe combatirse sin embargo las consecuencias de la violencia se ramifican en otros males secundarios que detienen el desarrollo del país.

Las empresas y negocios se ven obligadas a invertir hasta un 25% de sus ingresos en seguridad, en el mejor de los casos.

En otros casos, lamentablemente esos montos de dinero van directamente al pago de extorsiones, haciendo que el negocio del crimen organizado sea muy rentable en el país.

La violencia y la inseguridad repele la inversión en el país el turismo y lee y la generación de nuevas empresas.

Las extorsiones no sólo afectan al empresario tradicional, sino también al vendedor de los mercados municipales.  En otras palabras, la violencia nos afecta a todos.

Para el sector industrial, que debería estar enfocado en generar riqueza y desarrollo para la sociedad, invertir en seguridad ya se volvió un costo obligatorio.

 

Guatemala tiene muchos más retos, pero si tan sólo la élite política se centrara en cumplir estos propósitos, el país estaría encaminado a salir del subdesarrollo y convertirse en el referente de la región que puede llegar a ser.

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