Corrupción, violencia y falta de trabajo es el tridente de terror que aquejan a nuestros pueblos latinoamericanos. Guatemala no es la excepción, seguimos siendo expuesto a procesos de captura, juicio y espera de justicia por actos de corrupción que parecen nunca terminar. Los medios de comunicación nutren su escaleta de programación de la fuerte ola de violencia que alimenta el temor en la población. La queja constante de las faltas de oportunidad de empleos con salarios dignos y acordes a la realidad nacional hacen eco en cada rincón del país.
¿Política y Empresa de la mano?
Si bien estamos conscientes de la separación que debe existir entre el estado y los sectores privados al momento de hacer gobierno, se necesita reconocer que no pueden caminar como elementos aislados. Una gestión política idónea es aquella que propicia las condiciones para que el emprendimiento sea visto como una oportunidad de desarrollo y no como una cuesta empinada imposible de subir. Las oportunidades que la gestión política debe brindar a la empresa se convierten en indispensable para el desarrollo de una nación.
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En su reciente participación en la cumbre organizada por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, específicamente en foro “Empresa y Política ¿podemos dar la espalda?” el empresario guatemalteco, Dionisio Gutiérrez enfatizaba cómo, al encontrarnos en un territorio desconocido ante tanto cambio mediático, se requieren de nuevas estrategias que propicien el desarrollo económico de una nación. Así mismo, respaldaba la importancia de buscar soluciones intersectoriales que permitan resultados de beneficio compartido.
Difícil Desafío
El reto no es sencillo y la solución es compleja, por eso se requieren acciones inmediatas, radicales por momentos y al mismo tiempo, al reconocer la complejidad, el involucramiento de diferentes sectores. En palabras dichas por Dionisio Gutiérrez en el mismo foro “la economía no es suficiente, la democracia se ha debilitado, al política no funciona” lo cual ha hecho una vida democrática disfuncional.
Acá es donde el epicentro de solución se convierte en la Política. Tener no solo políticos capacitados, sino también conscientes y responsables del rol verdadero que deben desempeñar al llegar a puestos de decisión se hace imperioso. El ciclo de deterioro en que la democracia ha caído y la siembra de incertidumbre e incredulidad en la población cesará en el momento en que se pueda llevar a cabo un plan. Este plan debe hacer que la política brille por su transparencia, falta de corrupción y ejecución de acciones que propicien el desarrollo de todos.
Revalorizar las sociedades
En su última participación en este foro, Dionisio Gutiérrez hizo ver la importancia de revalorizar las sociedades. Es necesario actuar regresando a los fundamentos de lo que una democracia es en esencia. Centrar y fundamentar las acciones en los valores seguirá siendo la solución por excelencia. No solo por cumplir con un deber moral, sino por la sostenibilidad y credibilidad que en largo plazo otorgará a los procesos que vengan por delante.
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