CMI, una muestra que la ética brinda resultados de éxito.

Fríamente todos estamos llamados a dar resultados.  Las intenciones se hacen a un lado cuando de dar resultados se trata. Sin embargo, en la búsqueda de alcanzar estos resultados puede caerse en el error de perder la perspectiva y creer que es únicamente el desenlace el que cuenta sin considerar la historia y forma en que se llegó a él.  La premisa de “el fin justifica los medios” puede convertirse en una trampa constante a la que podemos estar expuestos cuando la demanda de alcanzar objetivos se incrementa.

A su vez el tan preciado éxito se convierte en un intangible tan codiciado que en definitiva tiene una alta relación con los resultados.  Sin embargo, este concepto de éxito es tan relativo por la variedad de definiciones existentes dado que ellas dependen de la apreciación subjetiva de cada individuo.

Éxito y Resultados: dos demandas.

Resultados y éxito, éxito y resultados. Dos palabras que se nutren entre ellas pero que pueden convertirse en un desgaste si no se tiene la perspectiva correcta. Al mencionar “perspectiva” es necesario entender dos elementos importantes.  Inicialmente, considerar que, en la relatividad que tiene el concepto de éxito y la forma en que se nutre de los resultados que se obtienen, es necesario saber que la visión definida será considerada como ese punto de referencia de tan anhelado éxito.

En segundo lugar, se requiere la integridad para recorrer el camino para alcanzar el éxito desde un terreno en el que los principios y valores sean los indicadores de la ruta a seguir.  Alcanzar los resultados sin el cumplimiento y vivencia de una vida en marcada en la ética no podrá considerarse un éxito real y total.

La tercera variable

Es, por lo tanto, la ÉTICA la tercera palabra que entra a completar un triángulo por demás interesante y desafiante en la vida misma.  Los individuos lo sabemos, las organizaciones lo reconocen.  No podemos separar la ética de los resultados que definen el éxito como tal.  Todo éxito verdadero tarde o temprano será pesado en la balanza de la ética y será allí donde su valor real sea definido.

Si bien el concepto de ética puede limitarse al conjunto de costumbres que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad, las implicaciones que en la realidad conlleva la presencia o ausencia de ella son altamente influyentes. Una vida sin ética es una vida donde la confianza no puede construirse y una vida sin confianza no será capaz de permitir lograr resultados y, por lo tanto, imposibilita las oportunidades de éxito.

Empresas que logran el éxito por medio de la ética

Ante tal desafío pareciera que es altamente complicado lograr el éxito por medio de un camino ético.  Sobre todo en una sociedad permisiva donde las líneas grises cada vez son mayores y los ejemplos (malos por cierto) de corrupción que aquejan al país ponen en riesgo la vida centrada en principios y valores.  Afortunadamente esto no es así.  Siguen existiendo organizaciones que modelan a través de la vivencia de sus valores organizacionales un comportamiento ético que traza el rumbo que han seguido.

Recientemente Revista Summa trabajó un sondeo para conocer cuáles son las empresas que en términos de imagen pública, integridad y apego a las buenas prácticas son las mejor valoradas en la región. Dentro de los elementos que se consideraron estuvieron la transparencia, ética empresarial, cumplimiento con las leyes, buen entorno, productos y servicios bien valorados por el público, liderazgo y gestión de calidad, innovación, compromiso social y medioambiental  así como la solidez económica.

Dentro de este recuento de empresas se encuentra Corporación Multi Inversiones quienes en el paso de los años ha logrado reunir las características que le hacen hoy por hoy no solo una empresa que brinda resultados, sino que lo ha hecho desde una línea ética que le permite, por lo tanto, llamarse exitosa.

El éxito no es casualidad ni consiste únicamente en conseguir resultados, éstos son solo un ingrediente.  La demanda de cumplir con los principios y valores que nos guían en el bienestar común seguirá siendo un filtro más que necesario para poder medir el éxito que un individuo o una organización presuma haber alcanzado.