Tras cinco décadas de ser uno de los emblemas de Centroamérica, la cadena de comida rápida Pollo Campero, emprende una expansión sin precedentes en los Estados Unidos, país en donde se encuentra un importante contingente de sus consumidores, en su gran mayoría, centroamericanos inmigrantes en ese país.
Durante años ha sido una práctica común entre los centroamericanos volardesde América Central a EE.UU con su bolsa de Pollo Campero. Así, las cabinas de los aviones se impregnan del aroma distintivo de esa comida frita. Los familiares se enfrentan a un viaje para recoger a sus parientes que regresan cargando cajas de pollo desde Guatemala, El Salvador, Honduras.
No es que haya escasez de restaurantes Pollo Campero en EE.UU. Son casi 100 en todo el país, incluidos 17 en California. Una portavoz de la empresa insiste en que los locales estadounidenses “utilizan exactamente la misma receta y el mismo proceso de marinado que los socios guatemaltecos”.
Pero para muchos guatemaltecos y salvadoreños, el pollo estadounidense carece de un ingrediente clave: el sabor a hogar.
Por años, la broma ha sido: si no traes Pollo Campero, ¿Realmente fuiste a Centroamérica?
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